Si Vallejo los viera

La generación del Bicentenario hizo escuchar su voz y no permitirá que la repriman.

Los acontecimientos de mediados de noviembre quedarán en la memoria de los peruanos. Fuimos testigos de un sabotaje al Estado de derecho por un grupo de oportunistas que confirmaron estar dispuestos a comprometer el futuro del país para mantener sus privilegios y vivir en impunidad. Pero terminaron siendo el catalizador de una nueva era en la que vivir en una sociedad justa, democrática e inclusiva se puede convertir en una realidad. La generación del Bicentenario ha abierto paso a un nuevo Gobierno y, con ello, a una nueva oportunidad para retomar el rumbo del Perú.

Un primer reto que enfrenta esta administración de transición es garantizar la gobernabilidad del país. Fomentar un clima conciliador entre Ejecutivo y Legislativo y garantizar la transparencia de las elecciones generales de abril próximo.

Un segundo reto es resguardar la estabilidad económica y financiera, donde son claves la recuperación de la inversión pública y privada, y la estimulación del empleo. Se requiere poner en marcha los grandes proyectos de infraestructura, especialmente aquellos hoy paralizados, como Chavimochic o Majes Siguas II. Y los mercados requieren la certeza de que el Gobierno tiene la capacidad de estabilizar la crisis económica, sanitaria y política del Perú.

El fortalecimiento de la educación superior y la reforma universitaria es, sin duda, clave. Estudios como el de Yamada et al (2014) demuestran que un servicio educativo deficiente deriva en una baja empleabilidad: la probabilidad de estar subempleado para quienes asisten a universidades de baja calidad aumenta de 19% a 30%, lo que se traduce en una menor capacidad para generar ingresos.

En salud, tres son los principales desafíos para los siguientes meses. Primero, gestionar adecuadamente la pandemia y, a partir de las lecciones aprendidas, contar con un plan de respuesta ante una eventual segunda ola de contagios. Segundo, organizar la logística y el buen uso de la vacuna contra la COVID-19. Tercero, retomar la agenda sanitaria de atención de problemas de salud no COVID, pues la falta de servicios para proteger a los peruanos de otras enfermedades está afectando a miles de personas. De acuerdo con SUSALUD, en setiembre de este año se registró una caída del 53% en el número de atenciones por consulta ambulatoria, emergencia y hospitalizaciones, respecto al mismo mes del 2019. 

Finalmente, y tal vez el reto más importante, será mantener un diálogo con los jóvenes de la generación del Bicentenario. Apuntan a ser partícipes y críticos de las decisiones del Gobierno desde sus tribunas. No se detendrán hasta ver reflejados sus ideales en un país sin corrupción, con igualdad de oportunidades y donde se reconozca y celebre la diversidad. ¿Qué los hace diferentes? Tienen redes sociales, tienen coraje, quieren cambios pero, sobre todo, tienen amor, mucho amor por el Perú.

Realizado por: Janice Seinfeld y Camila Rodríguez, directora ejecutiva y analista de Videnza Consultores, respectivamente

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