Inteligencia artificial para la salud en el Perú

La inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente la prestación de servicios de salud en todo el mundo. En el Perú ya se tiene experiencias de aplicación de IA en la provisión de servicios públicos, en colaboración con el sector privado.

Por ejemplo, en Arequipa, investigadores de la Universidad Católica de Santa María desarrollaron el Sistema Integrado e Inteligente para registrar, informar, alertar, monitorear y asistir a las personas sintomáticas de COVID-19 (SIAMA), que fue puesto a prueba en la Clínica Aliviari de la misma universidad. En mayo de 2020, en plena pandemia COVID-19, el Gobierno lanzó la aplicación “Perú en tus manos”, que permitía advertir a los ciudadanos sobre aquellas zonas con mayor probabilidad de contagio. Su desarrollo contó con la colaboración de empresas privadas expertas en aplicaciones móviles, IA y analítica de datos. Por esas mismas fechas se implementó en Lima y Trujillo las plataformas “Smart Security Office” y “Wcare”, respectivamente, con sistemas de reconocimiento facial, medición de la temperatura y uso de elementos de protección en trabajadores y visitas.

Si bien estos casos han sido útiles para gestionar la salud a nivel poblacional, el principal beneficio de la IA se puede encontrar en el manejo individual. Permite analizar grandes cantidades de datos médicos para identificar patrones que pueden no ser evidentes para los médicos. Esto puede ayudar en el diagnóstico temprano de enfermedades como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardíacas. Además, la IA puede sugerir tratamientos personalizados basados en el historial médico del paciente.

Sin embargo, para explotar estos beneficios es necesario contar con historias clínicas electrónicas, ya que registran, en formato digital, el estado de salud del paciente en distintos momentos de su vida, así como los procedimientos médicos realizados. El problema es que el avance en digitalización es muy lento: entre 2018 y 2023, el porcentaje de instituciones prestadoras de servicios de salud del Ministerio de Salud que contaba con un sistema de historias clínicas electrónicas implementado pasó de 3.2% a 12.9% en el ámbito nacional[1]. Es imprescindible cerrar la gran brecha existente.

Asimismo, la presión en los servicios de atención primaria de salud puede aliviarse significativamente mejorando los procesos administrativos asociados con la detección preventiva, la vacunación, las referencias y los sistemas de programación de citas. Sin embargo, aún no se dispone de sistemas para gestionar la información. Por ejemplo, las entidades que forman parte del sector Minsa-Gobiernos regionales no tienen programas de planificación (como los Enterprise Resource Planning, un software de planificación de recursos empresariales). Junto a ello, también se debe implementar una gobernanza de datos, ya que permite contar con información confiable y precisa. Sin embargo, el Censo 2019 de Servicios Informáticos del MINSA identificó aproximadamente 300 aplicaciones solo en el ámbito público de la prestación de salud, pero sin integración o interoperabilidad los unos con los otros.

Hemos identificado dos ejemplos recientes en los que se está aprovechando la IA para la salud individual. El Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de San Borja ha inaugurado un tomógrafo computarizado que utiliza IA para realizar estudios cardiacos. Asimismo, el Gobierno Regional de Cajamarca implementó un sistema de gestión hospitalaria Open Clinic, que se entrenó con IA para analizar las historias clínicas electrónicas. Permite reconocer los síntomas del paciente, realizar un diagnóstico automatizado de imágenes e identificar una posible enfermedad, que luego es validada por un médico.

El avance de la tecnología no se detiene. En el Perú, necesitamos urgentemente mejorar nuestros sistemas de gestión para acelerar la implementación de estas tecnologías, que tanto ayudarían a poder tener un sistema de salud más sólido, eficiente y accesible para todos.

[1] REUNIS y Diagnóstico de brechas de infraestructura o acceso a servicios del sector salud (MINSA, 2023).

Escrito por: Janice Seinfeld y Franco Sebastiani, presidenta de Videnza y analista senior de Videnza Consultores, respectivamente

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