El poder del mercado: el Nobel para Tirole
“Jean Tirole es uno de los economistas más influyentes de nuestro tiempo. Ha realizado importantes contribuciones a la investigación teórica en una serie de áreas, pero fundamentalmente ha aclarado cómo entender y regular aquellas industrias donde hay unas pocas empresas poderosas. Tirole se adjudicó el premio de este año por su análisis del poder del mercado y de la regulación”.
Así fundamenta la Real Academia Sueca de Ciencias su decisión de otorgar el Nobel de Economía 2014 a este profesor e investigador francés, una de las máximas autoridades mundiales en regulación, y el undécimo economista más citado del mundo. Tirole es la figura dominante en la organización industrial. Defiende la necesidad de adaptar las políticas a cada sector de la economía; es decir, considerando las condiciones específicas de las industrias en lugar de definir normativas generales como son los tradicionales topes de precios, que suelen ser más perjudiciales que beneficiosos. En diversos artículos y libros ha analizado estas políticas sectoriales dirigidas a ámbitos diversos, desde las telecomunicaciones a la banca. Siempre considerando la evidencia, como es el espíritu de este espacio.
Jean Tirole ha convertido la organización industrial en una rama estructurada, con una teoría clara y con marcos teóricos relevantes. Además, ha desarrollado muchas aplicaciones a la regulación. Por ello, sus libros fueron compañeros clave durante mis años de estudio doctoral, y aún acudo a ellos para resolver dudas teóricas en temas de organización de mercados y regulación.
En una entrevista con Bloomberg TV, Tirole señaló que la “regulación no trata sobre evitar que las empresas y los bancos funcionen, sino todo lo contrario. La regulación tiene más bien que ver con las reglas de juego y la aplicación independiente de estas reglas”. Algo en lo que falta mucho por avanzar en nuestro país: cómo regular cada sector adecuadamente y cómo establecer reglas de juego sostenibles que permitan predictibilidad y fomenten la competencia. Justamente, el tema fundamental es reconocer los efectos indeseables que puede tener la falta de regulación para la sociedad: precios más altos, empresas improductivas que evitan la entrada de competidores, entre otros efectos. Sin embargo, una regulación mal definida e implementada, que no establece reglas de juego claras, también genera costos significativos para la población. Estos temas son de relevancia prioritaria en nuestro país e instituciones como INDECOPI tienen que avanzar en fortalecer las regulaciones de los distintos sectores de manera óptima.
Tirole ha demostrado teóricamente que ciertas reglas aparentemente simples, como la prohibición de la cooperación entre competidores, tienen efectos diversos en la economía. Pueden funcionar bien bajo determinadas condiciones, pero también pueden ser más dañinas que beneficiosas. Si hablamos de la cooperación entre empresas para fijar precios, esta medida —que suele ser prohibida por el Estado—, es perjudicial; pero cuando se da en el ámbito de las patentes puede ser beneficiosa. Si pensamos en la fusión de una empresa con uno de sus proveedores, esta política, si bien puede fomentar la innovación, también puede distorsionar la competencia. De allí la importancia de realizar un análisis ad hoc a la industria y a la situación específica. El objetivo de una regulación moderna debe estar orientada a corregir las fallas de mercado para fomentar la competencia.
PhD en Economía por el MIT y presidente de la Toulouse School of Economics (TSE), Tirole se declaró “abrumado” por la distinción recibida. Una que, después de varios años, no se reparte entre dos o tres ganadores. El último Nobel de Economía en solitario fue el estadounidense Paul Krugman, en el 2008. Hoy el galardón le toca solo a Jean Tirole, lo que revela la dimensión de sus aportes. Merecidísimo reconocimiento.
Realizado por: Janice Seinfeld, presidenta de Videnza
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