La coordinación como pieza clave para el desarrollo sostenible en Loreto
Loreto, el departamento más grande del Perú, alberga el 55% de los bosques del país. Pese a su gran diversidad, es una de las regiones más pobres. Históricamente, su economía ha dependido del petróleo y la madera. De ahí lo volátil de su crecimiento en comparación a otras regiones amazónicas. ¿Es posible que Loreto crezca y que lo haga de manera sostenible? Un estudio de la Universidad de Harvard nos da esperanza.
En diciembre de 2020, el Growth Lab del Center for International Development de la Universidad de Harvard, con el apoyo de la Fundación Gordon y Betty Moore, realizó un estudio sobre las posibilidades de crecimiento inclusivo en Loreto. Concluyeron que Loreto no está aprovechando al máximo sus capacidades. ¿Qué lo impide?
Una de las barreras identificadas es lo que el Growth Lab denomina el autodescubrimiento; es decir, la capacidad de averiguar qué industrias tienen potencial en la región y, luego, asignar los insumos necesarios —públicos y privados— para efectivamente lograr su desarrollo. Ahora bien, identificado el problema, corresponde plantear una solución.
Una propuesta del estudio para superar esta barrera es la creación de una Oficina Descentralizada de Desarrollo Productivo. Esta deberá liderar la coordinación público-público y público-privada e integrar los planes y programas que ya existen en la región. Además, podría asumir el rol de promoción y atracción de inversiones. Una figura similar a esta propuesta, las Agencias Regionales de Desarrollo (ARD), se ha venido implementando con éxito en diferentes localidades del país.
Las ARD funcionan como un mecanismo de coordinación intersectorial e intergubernamental. Buscan impulsar y fortalecer la competitividad de los territorios mediante la promoción de cadenas productivas priorizadas (PCM, 2019). Al ser espacios de diálogo y discusión entre los diferentes actores territoriales, involucran a representantes de los sectores público, privado, academia y de la sociedad civil organizada. Con ello, buscan potencian el desarrollo económico en cada territorio de la mano con la innovación y la garantía de sostenibilidad ambiental y social. Además, unir esfuerzos locales contribuirá a mejorar la competitividad regional. Esto deriva en menores desigualdades y una descentralización efectiva (El Peruano, 2021).
En 2018 se inició el proceso de implementación de las ARD en siete departamentos: Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, La Libertad, San Martín y Piura. Y este año se están implementando otras cuatro agencias en Áncash, Huánuco, Tacna y Tumbes. La meta para fines de 2021 es contar con 12 ARD implementadas.
En 2019, las siete ARD ya implementadas lograron hitos relevantes: sensibilizar a los actores participantes sobre el concepto de la ARD; construir y desarrollar la gobernanza de la ARD; elaborar la Estrategia de Desarrollo de Innovación Regional (EDIR), y promover proyectos de inversión pública y privada en ejecución sobre la base de las EDIR.
Las ARD nos demuestran cómo la implementación de estos mecanismos institucionales puede adaptarse a los diferentes departamentos para enfocarse en sus necesidades y fomentar sectores específicos con el aporte de los diferentes actores. Consideramos que estas agencias, en las que se prioriza la articulación de actores estratégicos, deben replicarse en Loreto. La propuesta del Growth Lab justamente se alinea con el objetivo de establecer los canales de comunicación y fomentar actividades específicas que contribuyan al crecimiento sobre la base de criterios de sostenibilidad y de innovación. Sería un primer paso importante para encaminar a Loreto hacia un crecimiento sostenible.
Realizado por: Roxanna Vivar y María Alejandra Ormeño, investigadora principal y analista senior de Videnza Consultores, respectivamente
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