Frente al Niño Global, ¿dónde están las autoridades?
La confirmación del Fenómeno El Niño Global para 2024 plantea una preocupación significativa para el Perú por los enormes daños que puede generar un evento climatológico como este. Sabemos que la falta de preparación y respuesta adecuadas pueden llevar a situaciones trágicas, y seguimos sin ver acciones coordinadas en los tres niveles de gobierno.
Durante el Fenómeno El Niño de 2017 hubo 143 fallecimientos, más de 230,000 damnificados y más de 1 millón de personas afectadas. También se registraron miles de viviendas colapsadas, afectadas e inhabitables. Este año, con el ciclón Yaku de 2023 hubo 69 fallecimientos, alrededor de 13,000 damnificados y 80,000 afectados. Además, se reportaron numerosas viviendas colapsadas, afectadas e inhabitables.
Lima, La Libertad y Piura son especialmente vulnerables a los impactos del Niño. Comex Perú estimó que, entre marzo y mayo de 2023, alrededor de 1,619,610 personas estaban expuestas a desplazamiento de masas en Lima, mientras que en La Libertad la cifra era de 1,381,243 personas. Para Piura, calculó que 527,092 personas están en alto riesgo de inundaciones. Estas cifras destacan la magnitud de la vulnerabilidad en estas regiones y la necesidad urgente de tomar medidas preventivas y de respuesta para proteger a las comunidades afectadas.
En ese contexto, es preocupante que las autoridades no estén utilizando el presupuesto asignado para hacer frente a esta inminente crisis. El manejo del presupuesto destinado a la reducción de vulnerabilidad y atención de emergencias por desastres en los tres niveles de gobierno ha sido insatisfactorio: hasta la fecha, solo unos pocos han logrado ejecutar ligeramente más del 40% del presupuesto asignado a estas regiones, a pesar de haber rebasado ya la mitad del año.
La web de Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas revela que, al 3 de julio, el presupuesto ejecutado por el Gobierno central para reducción de vulnerabilidad y atención de emergencias por desastres en La Libertad, Lima y Piura representa solo el 26% del total asignado. Por región, se ha ejecutado solo el 42%, el 27% y el 18%, respectivamente.
En cuanto a los Gobiernos regionales, La Libertad ha ejecutado el 32% del presupuesto asignado, Lima el 30% (cabe señalar que esta cifra incluye los gastos de la Municipalidad Metropolitana de Lima, de no ser así, la ejecución sería de tan solo el 20%) y Piura solo el 29%, hasta el 3 de julio. Y en los Gobiernos locales, las cifras son de 43%, 39%, y 40%. Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad apremiante de fortalecer la capacidad de respuesta en todos los niveles de gobierno.
Un Fenómeno El Niño intenso no solo representa un riesgo para vidas humanas y el bienestar social, sino que puede tener graves repercusiones económicas. En estudio del Dartmouth College estima que podría generar un costo global de alrededor de USD 3,4 billones en los próximos cinco años. Los autores indican que la recuperación económica después del fenómeno no es inmediata y, en el pasado, se ha observado caídas en la producción económica de hasta un 10%, en países afectados en eventos anteriores. Los daños en la infraestructura, las interrupciones en la cadena de suministro de alimentos y las pérdidas en la producción agrícola agravan aún más la situación económica.
La falta de ejecución del presupuesto destinado a emergencias en las regiones más vulnerables de nuestro país es una situación preocupante que requiere una respuesta inmediata. Las autoridades nacionales, regionales y locales deben tomar medidas concretas para evitar pérdidas humanas y daños materiales irreparables. Ante la falta de preparación en estas zonas, surge una inquietante interrogante: ¿Serán las autoridades capaces de velar por la protección de la población y mitigar los posibles efectos de este fenómeno?
Realizado por: Verónica Tello, analista senior de Videnza Consultores
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