Información para salvar vidas, por Janice Seinfeld

En el 2011, la política de modernización del Estado estableció que debía primar un enfoque de procesos sobre uno de funciones. Es decir, gestionar horizontalmente integrando y alineando las funciones de las diversas entidades para lograr resultados. Sin embargo, se sigue tomando decisiones de forma vertical sobre la base de los roles de las instituciones.

En el sector Salud, esto se ve reflejado en procesos segmentados entre instituciones y subsistemas que derivan en traslapes, redundancias, omisiones e ineficiencias que impiden una gestión integrada basada en soluciones conjuntas.

Así, por ejemplo, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) determinó en su última evaluación, realizada en agosto del 2017, que casi 70% de establecimientos de salud en el ámbito nacional mostraron un nivel bajo o regular de disponibilidad de medicamentos.

Las causas detrás de esta situación son muchas: ausencia de una entidad regente del proceso, duplicidad de funciones entre los actores relevantes, incumplimiento de las normas de buenas prácticas en las diferentes fases de la cadena de suministro, falta de articulación de los sistemas de información y diversidad, fragmentación y poca predictibilidad del financiamiento que añade incertidumbre al proceso, entre otras.

Como muestra basta ver que solo la primera etapa de las compras públicas, llamada “actos preparatorios”, se divide en siete actividades. Y que estas, según evaluaciones del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), en algunos casos llegan a durar hasta nueve meses. Y este es solo el primer paso.

Frente a este escenario, necesitamos un sistema de información articulado que permita mejorar la programación en función de las necesidades reales de las personas con métodos estandarizados de cálculo. Hoy, la gestión de la información utiliza cuatro sistemas que se interrelacionan entre sí, pero interactúan con dificultades y en limitadas interfaces. Además, tienen procesos y reprocesos que no añaden valor, pero sí prolongan los tiempos para que el ciudadano tenga el medicamento que necesita. Estos son: el Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF), que toma como referencia el marco presupuestal; el Sistema Integrado de Gestión Administrativa (SIGA), que integra los procesos de la gestión administrativa; el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace) y el Sistema Integrado de Suministro de Medicamentos e Insumos Médico-Quirúrgico (Sismed), del Minsa. Ninguno de ellos pone a las personas como eje fundamental del sistema.

En el Perú, el uso de esta información puede crear modelos predictivos basados en data interna y externa para poder anticipar desfases en la oferta. Es decir, tanto órdenes de compra, distribución de los productos, inventarios, historial de compras y reglas de sustitución de los productos como información sobre la región, predicción de clima, anuncios de nueva normativa, etc. Con ello se podría tener gran parte de la demanda calculada de manera automatizada en tiempos muy cortos, y contar con un plan de contingencia para pronosticar futuras necesidades de los pacientes de manera más acertada.

Un aporte adicional a los sistemas de información puede ser el uso de big data. Por ejemplo, para entender y predecir mejor la demanda en la gestión de la cadena de abastecimiento. Así, en casos en los que normalmente se realizaría estos análisis con tan solo datos sobre consumo, puntos de venta, y seguimiento de los productos, ahora se complementaría con información sobre eventos coyunturales y noticias para poder realizar análisis a corto plazo.

Estos y otros temas serán abordados este 15 de octubre en el simposio internacional Recursos Estratégicos en Salud: Mejores Prácticas y Oportunidades para el Perú, que desarrollamos desde Videnza Consultores en alianza con la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, Alafarpe y la Confiep. Analizaremos cómo usar la evidencia para formular políticas con relación al sistema de abastecimiento de medicamentos en el Perú. Tenemos el gran reto de lograr un sistema más eficiente que brinde salud. Quedan invitados.

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